Nació un bebé tras más de 30 años congelado: el caso que rompe récords y reabre debates éticos

Thaddeus Daniel Pierce nació en Estados Unidos a partir de un embrión criopreservado desde 1994. Es el caso más antiguo del mundo y plantea nuevos interrogantes sobre la fertilización asistida.

Ciencia y tecnología 03 de agosto de 2025 i24

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En un hecho sin precedentes para la ciencia reproductiva, el 26 de julio de 2025 nació en London, Ohio (EE. UU.) Thaddeus Daniel Pierce, un bebé gestado a partir de un embrión que había permanecido congelado por más de 30 años. El embrión fue concebido originalmente en mayo de 1994, lo que convierte a Thaddeus en el “bebé más viejo del mundo” en términos de criopreservación.

El caso, que ya ha sido reconocido como un nuevo récord mundial, reaviva el debate sobre los límites de la fertilización asistida, el uso de embriones almacenados durante décadas y las implicancias éticas de la llamada “adopción de embriones”.

Una historia de ciencia, fe y espera
El embrión fue originalmente creado por Linda Archerd, quien logró quedar embarazada en 1994 y decidió donar los embriones sobrantes tras el tratamiento. Tres de ellos fueron almacenados en nitrógeno líquido durante más de tres décadas.

Años después, uno de esos embriones fue adoptado por una pareja cristiana de Ohio, Lindsey y Tim Pierce, que desde hacía siete años buscaban sin éxito formar una familia. La adopción se realizó a través del programa Snowflakes, impulsado por la organización Nightlight Christian Adoptions, que acepta embriones sin importar su antigüedad.

La implantación del embrión tuvo lugar en noviembre de 2024 en una clínica especializada en Knoxville, Tennessee. El procedimiento derivó en un embarazo exitoso que culminó con el nacimiento saludable de Thaddeus.

“Como una película de ciencia ficción”
Lindsey Pierce, madre del bebé, expresó que vivir el embarazo fue como “estar dentro de una película de ciencia ficción”. Pese a ciertas complicaciones durante el parto, tanto ella como el recién nacido se encuentran en buen estado de salud. Por su parte, Tim, el padre, reflexionó con asombro sobre la paradoja temporal del caso: “Este embrión fue concebido cuando yo era un niño. Hoy soy su papá”.

Thaddeus supera así récords anteriores como el de Molly Gibson, nacida en 2020 a partir de un embrión congelado durante 27 años.

Ciencia sin fecha de vencimiento
Especialistas en fertilización asistida sostienen que la viabilidad de un embrión congelado no depende tanto del paso del tiempo, sino de la calidad original del embrión y de las condiciones de su almacenamiento en nitrógeno líquido. “En teoría, un embrión puede conservarse indefinidamente si se mantiene en condiciones óptimas”, explicaron desde el MIT Technology Review.

Debates pendientes
El nacimiento de Thaddeus también pone sobre la mesa cuestiones éticas, legales y sociales en torno a la criopreservación prolongada. La decisión de la donante original de asignar los embriones a personas con determinadas creencias religiosas y residentes en su mismo estado reaviva los cuestionamientos sobre los criterios de selección en la adopción de embriones.

En Estados Unidos, y también en otros países, la legislación sobre el destino de los embriones criopreservados aún presenta vacíos normativos. Casos como el de Thaddeus podrían acelerar el debate sobre la regulación de estas prácticas y sus implicancias a largo plazo.

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