El INDEC informó que la desigualdad en Argentina alcanzó su nivel más alto en los últimos ocho años durante el primer trimestre de 2024. El coeficiente de Gini, una medida clave de la desigualdad, se situó en 0,467, la cifra más alta desde 2016. Además, el ingreso promedio per cápita de la población fue de $233.695, mientras que la mediana se ubicó en $155.000, reflejando una distribución de ingresos notablemente desigual.

Los datos revelan que el 10% más rico de la población concentra el 35,4% del ingreso total, una subida significativa respecto al 33,8% del año anterior y el 31,9% del mismo periodo en 2022. En contraste, el 40% de la población con menores ingresos vio reducir su participación del 14,4% al 13,4%, indicando un agravamiento en la distribución de la riqueza. Esta disparidad se traduce en que los ingresos del decil más alto son 23 veces superiores a los del decil más bajo, una brecha que se ha ampliado desde 19 veces el año anterior.

El informe también detalla las diferencias de ingresos entre géneros y por tipo de ingresos. Los hombres ganan en promedio $429.741, mientras que las mujeres reciben $310.064. En cuanto a la fuente de ingresos, el 76,8% proviene de actividades laborales y el 23,2% de fuentes no laborales, como jubilaciones y subsidios. Los ingresos promedio por deciles muestran que los sectores más altos ganan significativamente más que los más bajos, exacerbando la desigualdad en el país.