Política HH 21 de noviembre de 2023

Maduro califica la victoria de Milei como un avance preocupante de la "extrema derecha neonazi".

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, expresó su preocupación por la victoria de Javier Milei en las elecciones presidenciales argentinas, caracterizándola como el triunfo de la "extrema derecha neonazi" con un proyecto "colonial". Maduro aseguró que Venezuela seguirá siendo "una trinchera del progresismo, la verdad y la justicia" ante lo que considera una "tremenda amenaza".

En una declaración emitida en su programa televisivo, Nicolás Maduro reaccionó al triunfo de Javier Milei en las elecciones presidenciales de Argentina, acusándolo de representar a la "extrema derecha neonazi". Maduro expresó su preocupación por lo que calificó como un avance de ideologías extremistas en la región.

El líder venezolano evitó mencionar directamente a Milei pero afirmó que "ganó la extrema derecha neonazi en Argentina" y llamó a la reflexión sobre el surgimiento de focos de ultraderecha que, según él, buscan imponerse para "recolonizar a América Latina e imponer modelos extremistas". Maduro aseguró que la nueva administración argentina liderará un proyecto colonial en toda la región.

En sus críticas, Maduro vinculó a Milei con el "imperialismo norteamericano" y lo acusó de pretender acabar con el Estado y los derechos sociales. Asimismo, comparó la situación con regímenes represivos de la década de 1970, mencionando los golpes de Estado de Pinochet en Chile y Videla en Argentina.

Maduro insistió en que Venezuela se mantendrá como "una trinchera de la verdad, la justicia, los cambios progresistas y los derechos de los pueblos". Además, aprovechó la ocasión para brindar una lección de historia, comparando la situación con la Alemania nazi y acusando a la ultraderecha de resurgir desde varios polos, haciendo referencia a Tel Aviv como un supuesto foco de ultraderecha racista y sionista.

Estas declaraciones reflejan las tensiones ideológicas en la región y la preocupación de Maduro por la llegada al poder de líderes políticos que no comparten su perspectiva política.