Actualidad i24 25 de mayo de 2025

Declaró uno de los implicados en el escándalo por el documental grabado durante el juicio por la muerte de Maradona

El realizador audiovisual señaló que fue contratado para registrar imágenes de la jueza Julieta Makintach y admitió haber borrado conversaciones. Asegura no haber tenido contacto con la magistrada.

Este viernes, en el marco de la investigación paralela que se desprendió del juicio por la muerte de Diego Maradona, declaró ante la Justicia uno de los involucrados en el presunto rodaje irregular de un documental filmado durante las audiencias. Se trata de J.I.H, un realizador audiovisual que fue visto grabando dentro de la sala judicial y cuya presencia generó alarma entre las partes involucradas en el proceso.

El episodio quedó bajo la lupa luego de que el abogado de Leopoldo Luque —uno de los principales imputados en la causa— señalara a este camarógrafo como sospechoso. A raíz de eso, los abogados de las hijas del exfutbolista, Fernando Burlando y Mario Baudry, solicitaron la apertura de una causa paralela, apuntando directamente a la jueza Julieta Makintach, quien habría autorizado o facilitado la filmación.

Un documental “sobre la jueza”, no sobre el juicio
Durante su declaración, el realizador aseguró que es un trabajador independiente y que fue convocado por Patricio Llados, productor de la firma La Doble, para registrar imágenes únicamente del primer día del juicio. “No me pidieron que filmara el juicio entero, ya que es mucho tiempo y no tenía los medios de almacenamiento para hacerlo”, explicó.

Según su relato, su tarea era grabar imágenes de la jueza Makintach y “hacer un poco de color en la calle”. Agregó que si sucedía algo significativo dentro de la sala, debía captarlo, pero que su enfoque estaba puesto en la magistrada. “Me dijeron que se trataba de un documental sobre la jueza, no sobre el juicio”, remarcó.


Sobre su relación con la jueza, negó haber tenido contacto directo. Afirmó que la conoció el mismo día que fue a filmar y que nunca trabajó ni trabaja para Pegsa, una de las productoras mencionadas en la causa. “Me enteré por todo este tema que el hermano de la jueza era socio de la productora con Pichot. Como productora, no la conocía”, declaró.

J.I.H también relató que al llegar al lugar, una policía le indicó que no podía filmar, pero poco después fue autorizado, lo que reforzó su percepción de estar trabajando de manera legítima. “En ningún momento me sentí un infiltrado, sino que tenía el aval para hacer el trabajo”, aseguró.


Uno de los puntos que más llamó la atención fue su admisión de haber borrado conversaciones vinculadas al trabajo. Aunque no brindó demasiados detalles al respecto, esta acción podría tener implicancias legales en el marco de la investigación, que apunta a determinar si hubo connivencia o irregularidades en la autorización para registrar imágenes dentro del juicio.

El testimonio de J.I.H. se suma a una causa que complica a la jueza Makintach y pone bajo la lupa los límites entre la documentación audiovisual y el respeto al proceso judicial. Mientras tanto, los familiares de Diego Maradona y sus representantes legales exigen que se esclarezca si hubo un intento de capitalizar mediáticamente uno de los juicios más sensibles de los últimos años.

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