Esta hazaña, realizada por una pareja tailandesa, no solo rompió su propio récord previo de 46 horas, sino que también dio origen a esta festividad que celebra la conexión más íntima entre dos personas.

A lo largo y ancho del planeta, el Día Internacional del Beso es un motivo para celebrar el cariño y la pasión que los besos pueden transmitir. En muchas ciudades, se organizan concursos y eventos donde los participantes buscan establecer nuevos récords de besos, demostrando así la diversidad y la creatividad en la expresión del afecto.

Pero más allá de la competencia y el entretenimiento, el verdadero significado de esta celebración radica en recordar a las personas el profundo placer asociado con el acto de besarse. Se trata de una expresión de intimidad que trasciende lo social y lo físico, una conexión genuina entre dos personas que se entregan al momento presente.

Además, el Día Internacional del Beso sirve como una respuesta a las prohibiciones y restricciones impuestas en algunas ciudades y países, donde el simple acto de besarse puede ser considerado tabú o incluso ilegal. Esta festividad es un recordatorio de que el amor y la expresión del afecto son derechos universales que no deberían ser limitados por normas sociales o culturales.

Aunque aún no ha alcanzado el mismo nivel de comercialización que otras festividades como el Día de San Valentín, el Día Internacional del Beso continúa creciendo en popularidad y relevancia.