
El 19 de agosto conmemoramos el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, un momento para honrar a quienes intervienen en las crisis para ayudar a los demás y apoyar a los millones de personas cuyas vidas penden de un hilo.
Este año, el mensaje es claro: el sistema humanitario está al límite de sus posibilidades: con financiación insuficiente, desbordado y bajo ataque.
Solo en 2024 murieron más de 380 trabajadores humanitarios. Algunos en acto de servicio, otros en sus hogares. Cientos más han resultado heridos, secuestrados o detenidos. Y hay motivos para temer que 2025 sea peor.
Con demasiada frecuencia, el mundo mira hacia otro lado, incluso cuando estos ataques violan el derecho internacional. Se ignoran las leyes destinadas a proteger a los trabajadores humanitarios. Los responsables quedan impunes. Este silencio, esta falta de rendición de cuentas, no puede continuar.
El sistema está fallando no solo a los trabajadores humanitarios sino también las personas a las que sirven. Ya no estamos en una encrucijada. Estamos al borde del abismo. Las necesidades aumentan. La financiación disminuye. Y los ataques contra los trabajadores humanitarios están batiendo récords.


La propuesta del Poder Ejecutivo, armada por jueces, fiscales y especialistas, propone endurecer las penas contra los delincuentes y tipifica los delitos más graves y actuales.

El presidente Nicolás Maduro volvió a adelantar la Navidad en Venezuela con el fin de "impulsar la economía" del país.



El Ministerio de Salud de Santa Cruz aclaró que no habrá descuentos a los trabajadores suspendidos


Un buque científico aún no zarpó de Buenos Aires y hay 30 investigadores varados

El Millonario se clasificó a las semifinales al vencer 1 a 0, en el estadio de Rosario Central, con gol de Maxi Salas. Un partido muy intenso, con mucha aspereza, hasta con la expulsión de Adrián Martínez, el conjunto de Marcelo Gallardo rompió su mala racha de cuatro derrotas consecutivas y logró el pasaje para enfrentar a Independiente Rivadavia de Mendoza.
