Nace la esperanza en el Golfo Nuevo: registran a la primera cría de ballena franca austral de la temporada 2025

En las primeras luces del 2 de junio, un zumbido de dron sobrevoló el Cerro Prismático, dentro del Área Natural Protegida El Doradillo, y reveló la escena más esperada de cada invierno patagónico: una madre de ballena franca austral exhalando su potente soplo junto a su cría recién nacida. El hallazgo, realizado por el investigador Nicolás Lewin en el marco del proyecto “Midiendo Ballenas”, se convirtió en el primer registro de un nacimiento en la temporada 2025, incluso antes de la apertura oficial del avistaje prevista para el 10 de junio. Durante esa jornada, el equipo del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) contabilizó 34 ejemplares adultos y confirmó que este pequeño cetáceo había visto la luz “hace apenas unos días”. 

Lewin explicó que el monitoreo con drones permite evaluar la condición corporal de las ballenas sin perturbarlas y adelantó que ahora buscarán identificar fotográficamente a la madre para determinar si es una visitante habitual del Golfo Nuevo o una recién llegada. “Cada cría es una nueva vida que comienza en el océano y una esperanza para la especie en el mar argentino”, subrayó el investigador, destacando la relevancia de Península Valdés como área clave de reproducción y cría en el Atlántico sudoccidental. 

El ICB lleva más de tres décadas documentando a las ballenas francas mediante técnicas no invasivas y mantiene la serie de datos más extensa del mundo sobre la especie. Sus registros sostienen políticas de conservación y refuerzan la necesidad de proteger las aguas costeras chubutenses de amenazas crecientes, desde el tráfico marítimo hasta la contaminación acústica. Con la llegada temprana de esta cría —y con ella, el anticipo de un nuevo ciclo de nacimientos— la temporada 2025 se perfila como otra oportunidad para observar, aprender y garantizar que este santuario natural siga siendo cuna de gigantes.