
El "ordenador" de hace 2.000 años que fascina desde hace décadas
Ciencia y tecnología 27 de abril de 2025

Hace 125 años, unos buzos que estaban recogiendo esponjas en el mar Egeo, frente a la isla de Anticitera, dieron con restos de un antiguo naufragio. Entre joyas, monedas y restos cerámicos, había algo que llamaba poderosamente la atención: un fragmento de cobre de algo que parecía ser un engranaje. Era un compendio de engranajes que parecían formar parte de algo mucho más grande y se bautizó como ‘mecanismo de Anticitera’.
Durante décadas fue una curiosidad ignorada en los archivos del Museo Arqueológico Nacional de Atenas, hasta que el investigador Derek de Solla lo recuperó, estudió y determinó que se trataba de una avanzada “computadora” griega construida en algún momento entre el 200 y el 100 a.C.
Tras muchas teorías, un grupo de investigadores argentinos han puesto el mecanismo de Anticitera a prueba para ver cómo se comporta el primer ordenador de la historia, descubrieron que solo es un juego.
Mediante diferentes discos, mostraba los datos astronómicos y, supuestamente, estaba diseñado para reproducir el movimiento irregular de la Luna en su rotación gracias a engranajes especializados que compensaban las anomalías en su trayectoria. Y, tras ese primer hallazgo, fuimos encontrando más y más piezas del mecanismo, lo que ha permitido que nos hagamos una idea de cómo era.
Era evidente que se trataba de una máquina muy avanzada para su época, pero también está claro que tenía una serie de limitaciones. Lo primero: por muy avanzados que fueran los astrónomos griegos, el mecanismo plasmaba el conocimiento hasta la fecha, por lo que compararlo con técnicas y herramientas posteriores carece de sentido. La posición de algunos planetas se desvía muchísimo respecto a mediciones modernas, por ejemplo.
Esto es lógico y no quita mérito al dispositivo, pero sí había dos factores que limitaban su precisión: la propia mecánica y la fabricación de los engranajes. Debido al desgaste, los dientes de cobre podían ser cada vez más imprecisos y, además, como se fabricaban a mano y no en serie en una cadena de montaje, cualquier desviación en los engranajes afectaría a su exactitud en los cálculos.
Y eso es lo que reportaron estudios anteriores, como los de Mike Edmunds, siendo él uno de los pocos que ha podido investigar directamente el dispositivo y liderando el equipo que se encarga de su análisis.




Día del Bioingeniero en Argentina: por qué se celebra cada 3 de julio


Una ingeniera salteña fue seleccionada para un prestigioso programa internacional de formación espacial

Agustín Canapino volvió a la victoria en el Turismo Carretera
El piloto de Arrecifes se dio el gusto de poder obtener un triunfo en la máxima categoría del automovilismo argentino después algo más de tres años. Al mando de un Camaro ganó la competencia en Concepción del Uruguay, para así cortar la racha sin victorias. Segundo finalizó Germán Todino con el Ford Mustang y Julián Santero fue el tercero con otro Mustang, y así recuperó el liderazgo del campeonato.

El italiano se quedó con el torneo de tenis más importante del mundo, tras vencer en la final al español Carlos Alcaraz por 4-6, 6-4, 6-4 y 6-4. De esta manera el número 1 del ranking obtiene su cuarto Grand Salm, el primero en el césped de Inglaterra.

El equipo inglés venció 3 a 0 al París Saint Germain y se quedó con la primera edición de este torneo que se disputó en los Estados Unidos. Los goles fueron marcados por Cole Palmer, en dos ocasiones y Joao Pedro, para quedarse con el título. El argentino Enzo Fernández vuelve a ganar otra final.

El equipo de Gallardo venció 3 a 1 al último campeón del fútbol argentino. Los goles fueron marcados por Facundo Colidio, el debutante Maximiliano Salas y Miguel Borja, mientras que el empate transitorio fue de Ronaldo Martínez. Ante un Monumental repleto se vio un buen trabajo, sin ser brillante, pero con contundencia para arrancar con el pie derecho en el torneo Clausura.