Actualidad Por: Ana Halliday 20 de agosto de 2023

Leda Bergonzi: La sanadora avalada por la Iglesia que cura con imposición de manos en Rosario

Leda Bergonzi, conocida como "la sanadora", congrega a cientos de fieles en la Catedral de Rosario todos los martes. A pesar de ser laica, es respaldada por la Iglesia Católica para realizar misas de sanación, durante las cuales imparte imposición de manos y oraciones que muchos aseguran les han traído alivio y curación.

Leda Bergonzi cura a enfermos por imposición de manos desde hace 9 años. (Foto captura de Canal Trece)

La figura de Leda Bergonzi se alza en la Catedral de Rosario como un puente entre lo divino y lo terrenal, ofreciendo consuelo y esperanza a aquellos que buscan sanación. Aunque es una laica sin votos religiosos, su don para la sanación y la liberación la ha convertido en una figura reconocida en la comunidad católica.

A sus 44 años, Bergonzi se presenta con sencillez, vestida en jeans y blusas blancas, muy alejada de la imagen tradicional de una sacerdotisa. Sin embargo, su presencia en la Catedral es un fenómeno que atrae a cientos de creyentes cada martes. Su grupo de oración, conocido como "Soplo de Dios Viviente", la acompaña mientras canta alabanzas antes de que ella realice la imposición de manos en un momento de profunda conexión espiritual.

Aunque sus métodos y dones divinos son motivo de controversia, los testimonios de aquellos que han sido tocados por Bergonzi son impactantes. Personas que acuden a ella con dolencias físicas y espirituales relatan que han experimentado alivio y curación en su presencia. Uno de los casos mencionados es el de un hombre que había perdido la vista de un ojo y, tras recibir la imposición de manos, comenzó a lagrimear, recuperando su visión. Estos relatos refuerzan la creencia en el poder de la fe y la sanación divina.

Foto captura de Canal 13.

Bergonzi no se presenta como alguien especial, sino como un canal a través del cual Dios puede manifestar su poder curativo. Su mensaje es claro: la sanación es posible para todos, y su papel es ser un instrumento de Dios en medio de la comunidad. Su labor y su presencia en la Catedral de Rosario han tocado a numerosos corazones, llevando a muchos a experimentar un "antes y después" en sus vidas. Cada martes, fieles paralizados por la emoción se reúnen para recibir el toque que les brinda esperanza y consuelo en tiempos de dificultad.