La nueva variante del Covid -19, apodada "Frankenstein", se propaga rápidamente y tiene nuevos síntomas
La nueva subvariante XFG, bautizada como “Frankenstein” se expande con rapidez en Europa y ya registran casos en Brasil, lo que la acerca a la Argentina. Su señal más característica es la ronquera, que podría convertirse en un indicio temprano de contagio.
La nueva subvariante de ómicron, identificada como XFG o Stratus, surgió hace pocas semanas como resultado de la recombinación de dos linajes previos del SARS‑CoV‑2, denominados LF.7 y LP.8.1.2
El apelativo “Frankenstein” hace alusión literaria al monstruo de Mary Shelley, haciendo hincapié en que esta variante se originó por la unión de “dos partes” virales diferentes.
Según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Stratus está creciendo de forma sostenida a nivel global: representa alrededor de un 22,7% de los contagios a fines de mayo de 2025, con gran prevalencia en Europa, América y Asia-Pacífico. En Reino Unido, una de sus ramas, XFG.3, comprende aproximadamente el 17% de los casos registrados en las últimas semanas.
A pesar de su capacidad de propagación acelerada, las autoridades sanitarias aclaran que no genera una tasa de hospitalización mayor que las variantes previas, lo que sugiere que no representa un riesgo substancialmente más alto en términos clínicos.
Nuevo síntoma
Lo más particular de esta variante es que provoca un síntoma distintivo: afección de las cuerdas vocales, manifestado como ronquera o afonía completa.
Este rasgo diferencial podría servir como señal de detección precoz, ya que no era tan frecuente en variantes anteriores.
A este cuadro se le suman los síntomas clásicos:
- Fiebre
- Dolor de garganta
- Tos seca
No existen indicios de que Stratus sea más letal, pero su expansión rápida demuestra que el virus sigue encontrando oportunidades para mutar y escapar en parte de la inmunidad natural o generada por vacunas.
Aún se desconoce cuánto dura la inmunidad post-vacuna o tras haber padecido COVID-19, pero estudios preliminares indican que podría ser de 6 a 8 meses, por lo que los refuerzos periódicos toman mayor relevancia.
En este contexto, países de la Unión Europea ya están alertando a su sistema sanitario, mientras que en Argentina organizaciones como el Ministerio de Salud y laboratorios de referencia estarían en alerta y fortaleciendo los sistemas de detección.