
Sandra Díaz, la científica del Conicet que investiga las profesiones de las plantas, fue distinguida por la revista Time
Internacional17 de abril de 2025



“Con un millón de las ocho millones de especies de plantas y animales del planeta en peligro de extinción y escasos fondos para proteger la naturaleza, el mundo necesita muchos más líderes como Sandra”, publicó la revista Time al distinguir como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo a la bióloga argentina Sandra Díaz, investigadora superior del Conicet y docente en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). El otro argentino destacado en esa lista fue el presidente Javier Milei.
Díaz tiene una larga lista de reconocimientos internacionales en su haber, la más reciente, en febrero último, cuando recibió el Premio Tyler al “Logro Ambiental”, una de las distinciones más importantes en el área, que se conoce como el “Nobel del Medio Ambiente”. El comité que la premió la mencionó como una de las “poderosas voces del sur global” en materia de ecología. “El trabajo de Sandra Díaz ha sido fundamental para redefinir cómo se conceptualiza y valora la biodiversidad en el mundo”, destacó el comité que la premió junto al antropólogo brasileño-estadounidense Eduardo Brondízio.
Hay dos características del trabajo de Díaz que destacan los jurados de los premios y distinciones que recibió en los últimos tiempos: lo que investiga (“las profesiones de las plantas”) y cómo lo hace: en equipos interdisciplinarios que incluyen profesionales de ciencias sociales y económicas, para salir del paradigma científico tradicional y comprender la complejidad social de lo que investiga, en el mundo real.
Cuando le preguntan a qué se dedica, Díaz lo explica con una sencillez muy pedagógica: dice que estudia las plantas no por sus nombres o características físicas, sino por sus “profesiones”. Es decir, a qué se dedica cada una y cuál es su función ecosistémica. Esta simple explicación resume años y años de investigación que Díaz plasmó en sus trabajos con el concepto de “diversidad funcional”, que consiste en considerar no solo el número de especies, sino en comprender cómo interactúan con su entorno y cómo afectan al resto del tejido vivo.
“Trabajo tratando de describir las plantas no por su nombre solamente, por su nombre taxonómico, sino por su profesión, por así decirlo, por el tipo de características físicas que tienen, que hacen que, más allá de cómo se llamen o de dónde vengan en el árbol familiar, cause que estas plantas reaccionen de un modo particular y hasta cierto punto predecible ante distintos factores ambientales. Ante el clima, ante el tipo de suelo, ante el uso de la tierra. Y estas características también hacen que determinadas plantas sean, por ejemplo, más deseables para los herbívoros y para los polinizadores y sean más susceptibles a las enfermedades”, explicó Díaz en una entrevista con el canal de televisión de la Universidad Nacional de Córdoba.
“Estudiamos las plantas, en función de sus relaciones con otros seres vivos. Y finalmente, estas plantas, según sus características diferenciales, que también significan una serie de beneficios y también perjuicios para distintos actores sociales. No buscamos decir, determinadas plantas son buenas o malas para la humanidad, sino que hacemos un zoom y decimos: ‘bueno, según el tipo de actores sociales, según el tipo de quehacer, algunas plantas son mejores o peores, y algunas son muy buenas en algún aspecto y muy malas en otros para el mismo actor social’. Para esto, tratamos de vincularnos con referentes de la sociología y de la antropología para entender cómo se entretejen las sociedades con la naturaleza”, indicó Díaz.


Se cayó un teleférico en Nápoles y hay al menos cuatro turistas muertos





Milei y Adorni preparan recorrida por CABA para reforzar la campaña de La Libertad Avanza

El Gobierno se comprometió con el FMI a eliminar casi todos los fondos fiduciarios

Denuncian al presidente de La Libertad Avanza en Misiones por retención del 10% del sueldo a empleados públicos
