Tres soldados estadounidenses perdieron la vida y 25 resultaron heridos en un ataque con drones contra una base en Jordania, según informó el ejército de Estados Unidos. Este evento marca la primera vez que militares estadounidenses mueren por fuego hostil desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas el 7 de octubre. La acción fue reivindicada por una milicia proiraní de Irak.

El Comando Central de Estados Unidos emitió un comunicado confirmando el ataque: "El 28 de enero, tres miembros del servicio estadounidense murieron y 25 resultaron heridos por un ataque con drones que impactó en una base en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria".

Sin embargo, Jordania contradice esta versión, afirmando que el ataque tuvo lugar en una base militar en Siria, específicamente en la base de Al Tanf, una instalación estratégica de la coalición antiyihadista. El gobierno jordano, a través del portavoz Muhanad Mubaidin, comunicó en la televisión estatal que el "ataque dirigido contra las fuerzas estadounidenses no tuvo lugar en Jordania".

Ante este acto de violencia, el presidente Joe Biden aseguró que Estados Unidos responsabilizará a los perpetradores del ataque, los cuales, según la declaración presidencial, son grupos militantes radicales respaldados por Irán que operan en Siria e Irak. Biden destacó: "Que no haya dudas. Haremos responsables a los involucrados en el momento y de la forma que elijamos".