Crisis turística en Las Grutas: evaluación del cierre anticipado de comercios
La temporada 2024 en Las Grutas ha desafiado las expectativas turísticas, generando inquietud entre los prestadores locales.
La afluencia de turistas se mantiene notablemente por debajo de los niveles tradicionales para esta época del año, llevando a una evaluación seria sobre el posible cierre anticipado de comercios en la localidad.
El panorama turístico en Las Grutas está experimentado un giro inesperado durante la temporada actual. A medida que avanzamos en enero, las reservas apenas superan el 50%, y las perspectivas para febrero son aún más sombrías, con solo un 15% de las plazas reservadas. Esta variación con respecto a las temporadas anteriores ha desencadenado preocupación y decisiones drásticas entre los prestadores locales.
Tradicionalmente, la temporada solía seguir un patrón establecido: alta presencia durante fin de año, seguida de una disminución después del 1° de enero, para luego recibir turistas en la primera quincena de enero. Sin embargo, el 2024 ha trastocado este esquema, desencadenando incertidumbre y la toma de medidas extremas por parte de los prestadores.
Ante la incertidumbre de febrero, algunos comercios han optado por cerrar a finales de enero para evitar los costos de mantener locales abiertos sin público. Esta decisión se vuelve aún más compleja para los negocios en la peatonal, enfrentando alquileres comerciales altos y ventas insuficientes. La posibilidad de una sucesión de locales cerrados en el centro podría tener un impacto significativo en la imagen turística del balneario.
La incertidumbre ha llevado a un ajuste en los servicios ofrecidos: alquilar sin ropa de cama, toallas o incluso sin aire acondicionado para disminuir los costos. Algunos propietarios han adoptado esta táctica, conscientes de los desafíos económicos que representa la temporada.
En medio de esta situación, la esperanza reside en la posibilidad de un repunte con el turismo de Chile y el largo fin de semana de Carnaval. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y muchos prestadores se enfrentan a decisiones difíciles para sobrevivir en una temporada atípica en Las Grutas.