Un testigo compartió la dramática vivencia en diálogo con ADNSur: "Fue justo después de despegar desde Buenos Aires, antes de alcanzar los diez mil metros, cuando escuchamos un estruendoso golpe en el ala derecha y vimos una luz. La preocupación se apoderó de nosotros al pensar que un motor se había averiado, pero pronto nos dimos cuenta de que el avión continuaba ascendiendo. El ruido fue fuerte, y fue durante el descenso iniciado por el capitán que nos informó que habíamos sido impactados por un rayo, asegurando que no había riesgo para la tripulación ni para la aeronave.*

"Mientras descendíamos, los técnicos de Aerolíneas estaban examinando el ala derecha del avión. Fue un susto, nada más que eso", añadió.

Este incidente recordó a otro sucedido anteriormente, cuando un vuelo AR 1450 de Aerolíneas despegó de Ezeiza con destino a Salta y fue golpeado por un rayo. A pesar del susto inicial, el comandante explicó que estos fenómenos son habituales y que las alas de los aviones están diseñadas con un compuesto especial para resistir estos impactos. A pesar de la inquietud inicial, el vuelo pudo continuar después de una revisión y aterrizó en su destino sin mayores problemas.