Internacional Redacción I24 15 de octubre de 2025

Netanyahu enfrenta presiones internas y aislamiento internacional tras el cese del fuego en Gaza

Luego del histórico acuerdo de cese del fuego con Hamas y la liberación de 20 rehenes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, atraviesa un escenario político y judicial complejo. Aunque logró capitalizar el alivio social por el fin del conflicto en Gaza, el líder del Likud enfrenta una creciente presión interna y el aislamiento de Israel en el plano internacional. A esto se suma el pedido de arresto emitido por la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra y las tres causas de corrupción que pesan en su contra.

El apoyo de Donald Trump, quien incluso sugirió un indulto para Netanyahu durante su discurso en la Knesset, generó incomodidad en el gobierno israelí. Pese al intento del mandatario estadounidense por reforzar la figura de su aliado, el gesto fue interpretado como un “abrazo de oso” que evidencia la dependencia política del premier respecto de Washington. En paralelo, los escándalos por presuntos sobornos, favores mediáticos y recepción de regalos de lujo vuelven a ocupar el centro del debate público en Israel, reactivando las críticas de la oposición y de sus propios socios de coalición.

Analistas advierten que, tras el fin de la guerra, Netanyahu deberá afrontar las consecuencias políticas de su gestión. La oposición reclama una investigación independiente sobre los errores de seguridad del 7 de octubre de 2023 y cuestiona su continuidad como jefe de gobierno. En tanto, el mandatario enfrenta tensiones con sectores ultraortodoxos por la reforma militar y un creciente aislamiento diplomático frente a Europa y el mundo árabe. Pese a los intentos por sostener su liderazgo, el “ciclo Netanyahu” parece acercarse a un punto de inflexión, marcado por la erosión de su imagen y las demandas internas de renovación política.