Cuatro muertes súbitas de menores conmocionan a Córdoba en una semana
La provincia de Córdoba atraviesa una fuerte conmoción tras la muerte de cuatro menores en apenas siete días, todos en circunstancias repentinas y mientras realizaban actividades recreativas o deportivas. El caso más reciente ocurrió el miércoles en la capital provincial, donde Lautaro Maineri, de 15 años, falleció en la Clínica Vélez Sarsfield tras descompensarse mientras jugaba al truco en el colegio durante los festejos por la semana del estudiante. El adolescente permaneció en estado vegetativo antes de que los médicos confirmaran su deceso, lo que generó un profundo dolor en su entorno y en el club All Boys, donde se desempeñaba como arquero.
Los casos anteriores se registraron el jueves 11 en Las Flores, con la muerte de Amadeo Ruiz, de 13 años, durante un entrenamiento de fútbol; el lunes 15 en Villa Carlos Paz, cuando Facundo Arias Prieto, de 16, se desplomó en una clase de educación física; y ese mismo día en Capilla de los Remedios, donde el pequeño Thian Toledo, de 7 años, falleció en un cumpleaños pese a los intentos de reanimación. La seguidilla de muertes de chicos sanos y activos reavivó el debate sobre la muerte súbita y la necesidad de reforzar los controles médicos en niños y adolescentes.
El cardiólogo Néstor Rodolfo Benítez explicó que la muerte súbita es la interrupción brusca de la función cardiorrespiratoria, generalmente de origen cardíaco, y que en muchos casos los estudios básicos no logran detectarla. En Córdoba, tras la muerte del basquetbolista Gabriel Riofrío en 2001, se estableció el Examen Médico para la Mediana y Alta Competencia (Emmac), obligatorio y renovable cada año desde los 4 o 5 años de edad. Los especialistas remarcan que, si bien no siempre es posible prevenir estos cuadros, la realización de evaluaciones más profundas es fundamental para reducir riesgos y salvar vidas.