Estudiantes chinos, atrapados entre el rechazo de EE.UU. y la desconfianza en China
Miles de estudiantes chinos enfrentan crecientes obstáculos para estudiar en Estados Unidos, luego de que el gobierno de ese país anunciara la revocación masiva de visas por sospechas de vínculos con el Partido Comunista o el ejército chino. La situación generó incertidumbre entre jóvenes como Xiao Chen, quien vio rechazada su visa sin explicación a pesar de haber sido aceptada en una universidad estadounidense. Las medidas, impulsadas por la administración de Donald Trump y sostenidas durante el mandato de Joe Biden, han afectado particularmente a quienes estudian ciencia y tecnología.
En paralelo, el regreso a China tampoco ofrece certezas. Quienes obtuvieron títulos en el extranjero descubren que ya no son valorados como antes, en un clima creciente de nacionalismo y desconfianza. Algunos, como Chen Jian, aseguran que sus credenciales internacionales les cerraron puertas en empresas estatales. Además, figuras influyentes como la empresaria Dong Mingzhu han declarado públicamente que no contratarán a chinos formados en el exterior por temor a que sean espías, reflejando un cambio radical en la percepción local sobre lo internacional.
Este doble rechazo deja a muchos jóvenes en un limbo académico y profesional, sintiéndose “como granos en un reloj de arena”, atrapados entre dos potencias que ahora desconfían de ellos. Mientras China advierte sobre supuestos espías y EE.UU. restringe el acceso a sus universidades, se desvanece la imagen de la educación internacional como un puente de oportunidades, y crece el temor de que la geopolítica esté arrasando con los sueños individuales.
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