Internacional Por: SS28 de noviembre de 2024

Una flota de la UE ha rodeado un barco en el Báltico

En la mañana del 17 de noviembre, se produjo un corte en uno de los cables submarinos de comunicaciones entre Lituania y Suecia. Horas después, se detectaba otro cable, ahora entre Finlandia y Alemania, también cortado. El accidente había adquirido otro cariz, y el sabotaje apuntaba, según varios dirigentes europeos, a Rusia. Los acontecimientos han dado un giro en los últimos días, y hay una más que tensa situación en el Mar Báltico.

En estos momentos, hay un buque comercial chino, el carguero Yi Peng 3, que permanece anclado en el Mar Báltico, rodeado por varias embarcaciones navales y de guardacostas europeos. Mientras, autoridades de Suecia, Finlandia y Lituania investigan el corte de los dos cables submarinos de fibra óptica.

Sí, se sospecha que el ancla del buque podría haber arrastrado intencionalmente los cables hasta 160 km, lo que conllevaría a un escenario inédito en la geopolítica. Ahora mismo es solo una teoría, pero el barco chino no se mueve mientras las autoridades no descartan ni confirman el acto de sabotaje. Además, no se ha descartado a Rusia del todo. Más bien, todo lo contrario.

Varios investigadores han señalado que es improbable que el capitán no notara el anclaje arrastrado, especialmente considerando las condiciones climáticas favorables. Además, el barco apagó su transpondedor en lo que han denominado como un "incidente oscuro", cortó los cables entre Suecia, Lituania, Alemania y Finlandia, y posteriormente levantó el ancla tras zigzaguear.

Inspecciones del casco y el ancla han confirmado daños consistentes con los cortes, mientras que al parecer el historial operativo del buque, que cambió de operar exclusivamente en aguas chinas a rutas rusas en 2024, aumenta las sospechas de lo ocurrido.

Por su parte, China ha salido rápidamente y ha negado cualquier implicación estatal, reiterando su apoyo a la seguridad de infraestructuras internacionales, mientras que Rusia rechaza las acusaciones calificándolas de absurdas.