Nora Cortiñas, una de las figuras más emblemáticas del movimiento de derechos humanos en Argentina, falleció este jueves a los 94 años. La histórica dirigente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora estaba internada en terapia intensiva tras haber sido operada de una hernia el pasado 17 de mayo en el Hospital de Morón. Su familia confirmó su fallecimiento mediante un comunicado.

Nacida el 22 de marzo de 1930 en Buenos Aires, "Norita", como era cariñosamente conocida, dedicó gran parte de su vida a la búsqueda de justicia para las víctimas de desapariciones forzadas durante la dictadura militar argentina. Desde que su hijo Gustavo fue secuestrado en 1977, Cortiñas se convirtió en una incansable defensora de los derechos humanos. Su activismo trascendió las fronteras de Argentina, colaborando con movimientos de derechos humanos a nivel internacional.

A lo largo de su vida, Nora Cortiñas recibió numerosos reconocimientos por su incansable labor. En 2012, fue distinguida con el doctorado honoris causa por la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde dedicó el premio a su hijo: “Se lo dedico a Gustavo a quien hoy le hice una ofrenda, al presentar un habeas corpus como muchos que presenté por años desde el primer día en que se lo llevaron”.

En el comunicado emitido por su entorno, destacaron su sensibilidad y compromiso: “Su especial sensibilidad y su ideario indiscutido en defensa de las y los que menos tienen hizo que se ganara el respeto y cariño incondicional de los pueblos. En tal sentido, queremos transmitirles que Nora estuvo acompañada y sostenida por el amor de su familia hasta el último momento y agradecemos todas las expresiones de reconocimiento y afecto que ella recibió a lo largo de su vida”.

La muerte de Nora Cortiñas marca el fin de una era en la lucha por los derechos humanos en Argentina, pero su legado y ejemplo continúan inspirando a nuevas generaciones de activistas en todo el mundo.