Política I24 23 de abril de 2024

Milei saldó una meta clave con el FMI, pero pone a prueba la tolerancia al ajuste

Javier Milei utilizó la cadena nacional por tercera vez desde su asunción como Presidente para difundir un balance de los primeros tres meses de su gestión, especialmente en materia fiscal.

Defendió su plan de “motosierra y licuadora” como mecanismo para bajar la inflación, cumplió con la meta pactada con el FMI y prometió que este será “el último tramo del esfuerzo” en el que la tolerancia social al ajuste podría empezar a quebrarse.

Según estimaciones de IARAF, el superávit primario ascendió en los primeros tres meses del año a $3.868.000 millones, equivalente a 0,6% del PIB, cumpliendo así con la pauta fiscal trimestral con el FMI. El Presidente estuvo acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo; el presidente del Banco Central, Santiago Bausilli; y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, al presentar los resultados fiscales.

El plan de Milei se basa más en el recorte del gasto que en la pérdida de valor de los recursos frente a la inflación, principalmente mediante la reducción de las transferencias discrecionales a las provincias y la obra pública. Sin embargo, el mayor desafío para la próxima etapa de la gestión será mantener la sostenibilidad del programa macroeconómico, especialmente después de cuatro meses de recortes en un contexto de alta inflación y recesión.

La advertencia del representante del FMI en la región, Rodrigo Valdés, de “revisar la calidad del ajuste”, refleja la preocupación por el impacto de las decisiones macroeconómicas del Gobierno en los sectores más afectados por la crisis. Milei plantea un plan de crecimiento que incluye la expansión de sectores como la minería, el petróleo, el gas y el campo, así como la recomposición de los salarios reales.

El apoyo del Congreso a las reformas estructurales propuestas por el Gobierno, como la Ley Bases, será crucial para avanzar en la próxima etapa del plan oficial. La aprobación de estas reformas podría mejorar las cuentas fiscales en aproximadamente un punto del producto, lo que fortalecería el ancla fiscal y reduciría la necesidad de recortes adicionales en el gasto público.

Milei ha cumplido con la meta fiscal establecida por el FMI, pero ahora enfrenta el desafío de mantener la estabilidad macroeconómica mientras busca impulsar el crecimiento y la recuperación económica.