Esta movilización surge en respuesta a la preocupante situación que enfrenta el sistema científico tecnológico nacional, que según los organizadores, se encuentra amenazado por un "ajuste tremendo", lo que ha llevado a un "desmantelamiento, parálisis y destrucción institucional". Entre las consecuencias más alarmantes de este ajuste se destacan el despido de 140 trabajadores del Conicet, la reducción drástica de becas doctorales y el desmantelamiento de institutos de investigación.

Además, se ha puesto de manifiesto el riesgo de una nueva "fuga de cerebros" y la paralización de proyectos estratégicos como la construcción del reactor nuclear CAREM 25, que posicionaba a Argentina como referente mundial en este tipo de tecnología. En diálogo con Somos Télam, investigadores coincidieron en la gravedad de la situación y el impacto negativo de las políticas actuales sobre el sector científico argentino.