En medio de un creciente brote de dengue que ha afectado a más de 180,000 personas y causado la muerte de 130, el ministro de Salud, Mario Russo, ha afirmado que la vacuna contra el dengue "no es de utilidad" en la situación actual. Además, reconoció una escasez de repelentes, productos esenciales para combatir al mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad.

Russo destacó que existe un "cuello de botella" en la provisión de repelentes y otros productos relacionados. Sin embargo, aseguró que este problema se resolverá en los próximos días gracias a la producción en aumento por parte de laboratorios estatales provinciales. "Estamos adaptándonos a una nueva realidad epidemiológica", añadió el ministro.

A pesar de la escasez, Russo intentó restar importancia al problema, sugiriendo que la falta de repelentes es más acuciante en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que en otras regiones del país. "Es una situación heterogénea en Argentina. Hay lugares que son endémicos donde se encuentran repelentes y espirales", explicó Russo.