Europa: Agricultores italianos se unen a las protestas por medidas sostenibles

A pesar de los esfuerzos por hacer que la agricultura sea más sostenible, los agricultores italianos expresan su preocupación por la disminución de su competitividad en el mercado.

Las protestas, que han abarcado diversas regiones de Italia, se intensificaron este miércoles con concentraciones masivas y el bloqueo esporádico de carreteras, generando demoras en el transporte comercial. Entre las medidas que generan mayor descontento se encuentra la obligación de no cultivar el 4 por ciento de la tierra, una imposición que afecta directamente a los agricultores en las zonas de mayor desarrollo agrícola del país.

Este miércoles, más de 200 tractores se congregaron frente al estadio Piola de Novara, con pancartas que clamaban: "Sin agricultores no hay comida", "Sin agricultura no hay comida ni futuro". La movilización también llegó a Lombardía, en el norte del país, con cientos de tractores en Melegnano y una marcha prevista en Cuneo hacia el polideportivo del municipio de San Rocco Castagnaretta.

En Verona, en el noreste italiano, los agricultores se manifiestan frente a la feria del sector 'Fieragricola', donde se espera la llegada del ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida. La protesta, que comenzó hace poco más de una semana, refleja la creciente insatisfacción del sector agrícola en toda Europa.

El epicentro de las demandas se encuentra en las políticas económicas nacionales y las medidas de la Unión Europea (UE). La UE busca reducir su Política Agrícola Común (PAC) de US$59.750 millones, destinando más del 70% de este fondo al pago de subsidios a los agricultores. La reforma también impone medidas ambientales, como la obligación de no cultivar al menos el 4% de la tierra, rotaciones de cultivos y la reducción del uso de fertilizantes en un 20%.

Los agricultores argumentan que estas medidas han debilitado la competitividad del sector frente a las importaciones, generando una disminución en la producción alimentaria y afectando a la sociedad en general. La tensión persiste, y los agricultores italianos buscan respuestas concretas por parte de las autoridades gubernamentales y de la Unión Europea.