El actor Pablo Alarcón encuentra en Plaza Francia una nueva forma de expresión y un sustento económico

A sus 76 años, el reconocido actor argentino, Pablo Alarcón, ha decidido explorar una vía alternativa para generar ingresos a través de su pasión por la actuación. A pesar de su extensa carrera en el medio artístico, Alarcón se encuentra actualmente sin un trabajo formal en el mundo del entretenimiento y ha recurrido a una manera creativa de seguir compartiendo su arte mientras gana "guita para vivir", como él mismo lo describe.

Economía 22 de agosto de 2023 Ana Halliday Ana Halliday

En pleno corazón del barrio de Recoleta en Buenos Aires, se puede observar una escena inusual pero inspiradora: Pablo Alarcón, a sus 76 años, se encuentra realizando performances teatrales a la gorra en Plaza Francia. La elección de este espacio público emblemático le brinda la oportunidad de conectarse con un público diverso y de mantener viva su pasión por la actuación.

"Esto era algo que me faltaba en mi vida hacer", expresó Alarcón mientras caracterizaba sus personajes en medio de la plaza. "No tengo trabajo en este momento en el teatro y me pareció una muy buena oportunidad porque tengo tiempo y además yo no necesito trabajar a esta altura de mi vida. Te confieso, no necesito trabajar. Necesito ganar guita para vivir", añadió con una sonrisa.

La decisión de Alarcón de trabajar a la gorra demuestra su profundo amor por el arte y su compromiso con seguir creando, a pesar de las circunstancias. A lo largo de su trayectoria, ha dejado huella en cine, teatro y televisión, interpretando una amplia variedad de roles que lo han convertido en uno de los actores más reconocidos de Argentina.

Aunque la elección pueda sorprender a algunos, esta acción de Alarcón también pone de manifiesto la realidad económica que enfrentan muchos artistas en el país, donde el trabajo en el medio artístico puede ser inestable y desafiante. Sin embargo, su actitud positiva y su determinación para encontrar nuevas formas de seguir adelante son un testimonio inspirador para otros.

La presencia de Alarcón en Plaza Francia no solo proporciona momentos de entretenimiento a los espectadores que se detienen a ver sus actuaciones, sino que también representa una lección sobre adaptabilidad y creatividad en tiempos difíciles. A sus 76 años, el actor demuestra que nunca es tarde para buscar nuevas oportunidades y seguir compartiendo el arte que ama con el mundo.

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