Pamela Leopardo
En medio de una tormenta eléctrica el pasado domingo a las 23:35, el vuelo AA908 de American Airlines con destino a Miami se vio abruptamente interrumpido cuando un rayo impactó en una de las alas del Boeing 787. Como respuesta a este incidente, los pilotos activaron un protocolo de emergencia, optando por regresar y aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Ezeiza.
Afortunadamente, los informes oficiales confirman que no se registraron heridos durante el incidente. Un vocero de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) mencionó: "A las 23:58 se declara la emergencia y vuelve a Ezeiza para poder aterrizar porque tuvo el impacto de un rayo al momento del despegue."
La rápida y eficiente respuesta de la tripulación y los protocolos de emergencia del aeropuerto contribuyeron al éxito de la maniobra. El avión despegó, realizó la descarga de combustible para cumplir con el peso máximo de aterrizaje y regresó a Ezeiza en un lapso de aproximadamente 33 minutos.
La aeronave, un Boeing 787, está actualmente sometida a una exhaustiva revisión para evaluar su estado y determinar si puede enfrentar eventos similares en el futuro. Las autoridades destacaron que las decisiones tomadas por la tripulación, el control terrestre y los controladores de tráfico aéreo permitieron resolver la emergencia con éxito y sin incidentes adicionales.
Este incidente subraya la importancia de los procedimientos de seguridad en situaciones críticas y resalta la habilidad y profesionalismo de los equipos involucrados en la gestión de emergencias aéreas.
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