Radicales en tensión: el partido llega dividido a la elección de autoridades

La Unión Cívica Radical atraviesa una de las internas más profundas de los últimos años, tras quedar debilitada en el futuro Congreso y marcada por los magros resultados de las elecciones del 26 de octubre. En este contexto, el partido deberá definir sus nuevas autoridades el viernes 12 de diciembre, durante el Plenario de delegados que elegirá al sucesor de Martín Lousteau, cuyo mandato llega a su fin. Sin embargo, a pocos días del encuentro, no hay consenso sobre quién conducirá el radicalismo.

El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, aparece como el dirigente con mayor respaldo, aunque él mismo rechazó públicamente la posibilidad de asumir el cargo. Dentro del partido predomina el malestar por la gestión de Lousteau, a quien critican por la falta de articulación con los gobernadores y los bloques legislativos, además de su estrategia electoral. Mientras algunos sectores promueven una conducción de transición con nombres como Maximiliano Abad o Ramón Mestre, otros insisten en que la presidencia debería recaer en un gobernador para fortalecer el peso territorial del partido.

El debate interno también expone las diferencias sobre la relación con el gobierno de Javier Milei, en momentos en que varios mandatarios radicales buscan mantener un diálogo fluido con la Casa Rosada. Aunque aseguran que no pretenden “entregar el partido”, admiten que acompañar algunas iniciativas oficiales es clave para sostener gobernabilidad. En paralelo, surge la posibilidad de un “operativo clamor” para convencer a Valdés de asumir la conducción, mientras otros sectores mencionan a la vicepresidenta del partido, Pamela Verasay, como una eventual candidata. La definición, aseguran dentro del radicalismo, está lejos de estar cerrada.