

Un pasajero que viajaba en un colectivo de larga distancia de la empresa Andesmar vivió una experiencia extrema cuando, tras una discusión con los choferes, fue obligado a descender en medio de la ruta, sin su equipaje y a la intemperie.
El viaje había comenzado en Cipolletti a bordo del colectivo interno 5295. A media mañana, la unidad se detuvo por falta de combustible cerca de Chimpay, lo que obligó a los pasajeros a esperar varias horas hasta que otra unidad pudo continuar el viaje.
Ya en la madrugada, cuando el colectivo se aproximaba a Sierra Grande, la unidad pasó de largo por el lugar donde el hombre debía descender. Tras reclamar, fue insultado y, por orden de un conductor, tuvo que bajar del vehículo lejos de su destino, sin su valija y bajo amenazas.
El pasajero realizó reclamos ante Defensa del Consumidor, pero la empresa negó los hechos y ofreció una compensación económica que fue rechazada. La mediación tampoco prosperó, y el caso terminó en el Juzgado de Paz de Sierra Grande.
La jueza consideró que Andesmar vulneró derechos básicos del pasajero al no garantizar un servicio adecuado ni un trato digno. Además del daño material, se reconoció el daño moral por la angustia, el maltrato recibido y la pérdida de equipaje, así como un daño punitivo por desoír los reclamos administrativos.
Finalmente, la magistrada condenó a la empresa a pagar:
$1.400.000 por daño directo.
$200.000 por daño extrapatrimonial.
$200.000 por daño punitivo.
A estos montos se suman los intereses correspondientes. Con este fallo, la Justicia respaldó el reclamo del pasajero y dejó sentado que sufrió un trato indigno durante el viaje.



