

Cada 11 de julio se celebra en el mundo el día de San Benito, patriarca de los monjes de Occidente, fundador de la Orden Benedictina y también patrono de Europa.
También conocido como San Benito Abad, es patrono de las causas perdidas o el santo de la buena suerte y uno de los santos más milagrosos debido a su devoción a Dios y su compromiso con la humildad y la pobreza.
Reconocido por sus múltiples milagros, su medalla es una de las más antiguas del catolicismo ya que el origen de este objeto se remonta a la vida del santo.
El santo recomendaba a sus discípulos usarla para vencer tentaciones, ahuyentar a los malos espíritus y esperar eventos milagrosos. A lo largo de la historia hubo varios hechos que, para los fieles, demostraron su poder santo.


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