Un mecánico abrió el capó de un Ford Focus y se encontró con una boa de dos metros

Sucedió en California, Estados Unidos cuando un mecánico abrió el capó de un Ford Focus para resolver un problema de motor y quedó atónito al encontrarse cara a cara con una inusual inquilina: una boa de dos metros de largo. Te contamos los detalles de esta asombrosa historia.

Internacional30 de septiembre de 2023 Hanni H

Screenshot_6-8-514x320Imagina llevar tu auto al mecánico para resolver un problema en el motor y descubrir que el diagnóstico incluye una visita sorpresa de una boa de dos metros. Esto es exactamente lo que le sucedió a un propietario de un Ford Focus y su mecánico en una experiencia que difícilmente olvidarán.

Tony Galli, un mecánico de California del Sur, Estados Unidos quedó mudo cuando levantó el capó de un Ford Focus en su taller y descubrió que adentro había una impresionante boa constrictor albina de 2,5 metros.

El mecánico había recibido el auto en su taller debido a un problema en el motor reportado por el propietario del vehículo pero cuando abrió el capó, se topó con una extraña y enorme presencia en el motor que, en un primer momento, ni siquiera pudo identificar. Sus primeras impresiones lo llevaron a pensar que era algún tipo de objeto utilizado para absorber aceite, pero pronto se dio cuenta de que estaba equivocado. "Pensé que era un calcetín para absorber el aceite. Entonces me dije: ‘No, eso es una serpiente’. La pinché y se movió".

El mecánico, desconcertado por esta inusual sorpresa, no dudó en llamar a un experto en serpientes conocido como "el cazador de serpientes", Russel Cavender quien se encargó de retirar cuidadosamente la boa del motor, una tarea que, sin la intervención del mecánico, habría resultado mucho más complicada. Fue necesario desmontar algunas piezas del motor para dar espacio suficiente y permitir la extracción de la serpiente.

La pregunta que todos se hacen es cómo una boa de estas dimensiones llegó al compartimento del motor de un Ford Focus. Según el adiestrador de serpientes, es probable que perteneciera a un vecino del propietario del automóvil y se haya escapado, encontrando refugio en el cálido y protegido vano del motor.

Las boas constrictoras son reptiles no venenosos que se encuentran en zonas tropicales de América del Sur y Central. Son excelentes nadadoras pero prefieren la tierra seca, donde a menudo se refugian en troncos huecos y madrigueras abandonadas por otros animales. Aunque más pequeñas que las anacondas, las boas pueden medir hasta cuatro metros y pesar más de 45 kilogramos. Utilizan sus mandíbulas y su musculoso cuerpo para atrapar y sofocar a sus presas, que pueden incluir aves, monos y jabalíes. Al nacer, las crías miden algo más de medio metro y no dejan de crecer durante su ciclo vital, que puede durar entre 25 y 30 años.

Desafortunadamente, algunas especies de boas constrictoras están en peligro debido a la caza por su piel y su comercio como mascotas exóticas. La mayoría de estas serpientes están protegidas por leyes en sus territorios nativos.

Esta historia nos recuerda que el mundo de la mecánica a menudo puede traer sorpresas inesperadas y, en este caso, una boa curiosa se convirtió en la protagonista de una situación que seguramente no olvidarán ni el mecánico ni el propietario del Ford.

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