La Justicia argentina afrontará en marzo una serie de resoluciones que podrían tener un fuerte impacto político. Entre los casos más relevantes, la Cámara Federal revisará el procesamiento del expresidente Alberto Fernández, acusado de violencia de género contra su expareja, Fabiola Yáñez. Si se confirma la medida, el exmandatario quedaría a un paso del juicio oral. Paralelamente, la Corte Suprema deberá definir el pedido de licencia del juez Ariel Lijo, cuya nominación en comisión por parte del gobierno de Javier Milei ha generado controversia.
Otro caso de alto perfil es el de Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, quien enfrenta cargos por defraudación al Estado y presunta extorsión a beneficiarios de planes sociales. La Justicia evalúa la elevación de su causa a juicio, lo que podría representar un golpe para los movimientos piqueteros. Además, avanza la investigación sobre la presunta vinculación de Milei con la criptomoneda Libra, con la Fiscalía recopilando información de organismos nacionales e internacionales para esclarecer el rol del presidente en la maniobra.
Las decisiones judiciales que se tomen en estos casos no solo tendrán consecuencias legales para los involucrados, sino que también podrían reconfigurar el panorama político argentino, afectando el equilibrio de poder y la relación entre el Ejecutivo y el Poder Judicial en un año clave para el gobierno de Milei.
El nuevo Jefe de Gabinete dio su primera entrevista en el nuevo cargo que va a ocupar desde el lunes y se refirió a los objetivos que tiene el Gobierno a corto plazo. También hizo referencia a la salida de Guillermo Francos y a la cena que mantuvieron ayer el presidente Javier Milei y Mauricio Macri
El expresidente de la Nación visitó a Javier Milei en la quinta de Olivos y se fue sin hacer declaraciones con un gesto muy serio. Da la impresión que todo terminó muy rápido ante las renuncias de Guillermo Francos como jefe de Gabinete y Lisandro Catalán como ministro del Interior.
En el corazón de Caleta Olivia, una intervención artística volvió a encender la memoria colectiva sobre uno de los capítulos más dolorosos y silenciados de la historia argentina: las huelgas rurales y la Patagonia Rebelde.