Récord histórico: Más de 400.000 migrantes llegan a Panamá a través de la selva del Darién

Aproximadamente el 25% de este flujo migratorio en 2023 está compuesto por menores de edad, y muchas familias completas se encuentran en movimiento.

La mayoría de los migrantes provienen de América del Sur, con más de 324,000 sudamericanos en total, liderados por venezolanos con más de 252,000, seguidos de ecuatorianos (47,724) y colombianos (13,404). Otros grupos incluyen antillanos (más de 39,200), asiáticos (27,878) y africanos (7,389).

A pesar de los desafíos extremos que presenta la selva del Darién, con su parque nacional de 575,000 hectáreas, los migrantes continúan su travesía. Según el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 37 personas han perdido la vida en la selva este año, aunque se cree que el subregistro es significativo. Además de las muertes, los migrantes enfrentan robos, asaltos y violaciones durante su viaje.

Panamá es el único país de América que toma datos biométricos de los migrantes en estaciones ubicadas en sus fronteras del Darién y Chiriquí, donde también se ofrece asistencia médica y alimentaria. Se estima que el país ha invertido más de 70 millones de dólares en esta operación.

Las autoridades de Panamá solicitan una mayor cooperación internacional para hacer frente a la creciente crisis migratoria que ha llevado al límite las capacidades del Estado y de los organismos que asisten a los viajeros en el Darién.

En respuesta a esta crisis, las autoridades panameñas anunciaron la intensificación de las deportaciones y expulsiones de ciudadanos irregulares con antecedentes penales. Desde abril pasado, esta medida se ha aplicado a 452 personas, según las cifras oficiales.

México y Estados Unidos también planean implementar estrategias similares ante la crisis en su frontera, lo que incluye la deportación de migrantes. Además, Estados Unidos entregará a México a migrantes deportados en el Puente Internacional de Ciudad Juárez, según un acuerdo entre ambos gobiernos. México se compromete a gestionar la repatriación de sus ciudadanos a Venezuela, Brasil, Nicaragua, Colombia y Cuba, y continuará con el operativo en la frontera con Estados Unidos.