Si bien puede llover en algunas partes del Sahara, por lo general solo unos pocos centímetros al año y rara vez a finales del verano boreal.
Sin embargo, en los últimos días de septiembre hubieron fuertes tormentas en partes del desierto en el sureste de Marruecos, después de que un sistema de baja presión avanzara por el noroeste del Sahara.
Las fuertes lluvias afectaron así zonas donde no llovía hace años. Según explicó el Director General de Meteorológica de Marruecos, Houssine Youabeb, a la agencia AP, “pasaron entre 30 y 50 años desde que llovió tanto en tan poco tiempo”.
Los meteorólogos llaman estas lluvias tormentas extratropicales, y “pueden cambiar las condiciones meteorológicas en la región en los próximos meses y años. Como el aire contiene más humedad, promueve la evaporación y provoca más tormentas”, explicó Youabeb.
Según el Gobierno marroquí, en septiembre se superaron los promedios anuales en varias áreas que registran menos de 250 milímetros, incluida Tata, una de las áreas más afectadas. En Tagounite, una aldea a unos 450 kilómetros al sur de la capital, Rabat, se registraron más de 100 milímetros en 24 horas.
La lluvia también llenó lagos que normalmente están secos, como uno en el Parque Nacional de Iriqui, el parque nacional más grande de Marruecos, según se pudo ver en imágenes satelitales de la NASA.
Aunque gran parte de la lluvia cayó en zonas remotas escasamente pobladas, otras también se produjeron inundaciones que dejaron más de 20 muertos en Marruecos y Argelia y dañó las cosechas de los agricultores. El Sahara es el desierto no polar más grande del mundo, con una extensión de 9,2 millones de kilómetros cuadrados.
Tiroteo en una Universidad de Estados Unidos: hay un muerto y nueve heridos
Tres estadounidenses ganan el Nobel de Economía por estudios sobre desigualdad y prosperidad
Rio Negro: un motociclista murió tras chocar con una camioneta del servicio penitenciario
Muerte de Liam Payne: así encontraron la habitación donde se alojaba
En conmemoración de las víctimas del hundimiento del submarino ocurrido el 15 de noviembre de 2017.
Se viene una nueva competencia de la Fórmula 1, será la cuarta para Franco y la pasión que ha despertado en los fans es increíble. Su onda y carisma se demuetran por si solo y a horas de la primera práctica libre en el circuito de Austin para el Gran Premio de las Américas, mostró una vez más su desfachatez y ángel que tiene.