La muerte de Nelson Ariel Romero, un conocido empresario de Río Gallegos, ha conmocionado a la localidad debido a la brutalidad del crimen. Romero, de 56 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza por José Cabrera, un suboficial del Ejército de 27 años, quien luego enterró el cuerpo en un descampado en las afueras de la ciudad en un intento de evadir a la justicia. La autopsia confirmó que Romero no fue arrastrado antes de ser enterrado, lo que sugiere que fue lanzado desde su camioneta.
Según la investigación del juez Fernando Zanetta, el 19 de agosto, Romero recogió a Cabrera en el barrio Codepro. Ambos se dirigieron hacia la chacra de Romero en el barrio Forestal. Durante el trayecto, la camioneta quedó encajada en un camino, lo que habría desencadenado un altercado. Cámaras de seguridad captaron el momento en que Cabrera, armado con una pistola Bersa calibre 9 mm, disparó a Romero a través de la ventana del conductor. Cabrera luego condujo el vehículo con el cuerpo hasta el lugar donde lo enterró.
Para la querella, el asesinato fue premeditado, como lo demuestra la compra de un celular utilizado en la planificación y los intentos de Cabrera por ocultar pruebas, incluyendo la limpieza del vehículo de Romero. Las autoridades consideran el hecho como un homicidio agravado por el uso de arma de fuego y criminis causae. Cabrera permanece detenido mientras continúa la investigación para esclarecer los detalles del brutal crimen.
Un correo firmado por un supuesto exalumno anunció una “masacre” en la Universidad Tres de Febrero. Cerraron una sede y suspendieron una charla del padre Paco.
La investigación permitió el secuestro de armas de guerra de juguete, réplicas, documentos de planificación de un tiroteo y simbología neonazi.
El equipo de Scaloni jugó su último partido amistoso de este año con un triunfo frente a Angola 2 a 0. Los goles fueron marcados por Lautaro Martínez y Lionel Messi, uno en cada tiempo. Lo importante es que se produjo el debut de Kevin Mac Allister, Joaquín Panichelli, Gianluca Prestianni y Máximo Perrone. Los locales lo vieron como una fiesta por tener en su país al campeón del mundo.
