La subida constante de los precios de los combustibles en Argentina ha tenido un impacto significativo en las ventas de nafta y gasoil, especialmente en las ciudades fronterizas. Durante los últimos meses, el aumento en los precios de los surtidores, combinado con el descongelamiento de los impuestos a los combustibles y la liberación de controles, ha provocado que los consumidores de países vecinos dejen de considerar atractivos los precios locales. Esta situación ha llevado a una retracción promedio del 16% en el volumen de ventas de combustibles entre diciembre y febrero a nivel nacional.
Según datos de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), las ciudades fronterizas han sido las más afectadas por esta situación. Por ejemplo, en Clorinda (Formosa), limítrofe con Paraguay, se registró una caída del 55% en la venta de nafta. En Posadas y Puerto Iguazú (Misiones), ciudades fronterizas con Brasil y Paraguay, las ventas disminuyeron un 37%. En Uspallata (Mendoza), cerca de Chile, el retroceso fue del 15%. Finalmente, en Colón y Concordia (Entre Ríos), en el límite con Uruguay, las ventas descendieron un 14% y 11% respectivamente.
Los referentes del sector de estaciones de servicio señalaron que, además del aumento en el precio de los combustibles, la inflación y la contracción de los salarios reales de los consumidores han potenciado aún más la caída del consumo. Esta situación ha llevado a los consumidores a migrar hacia la línea de combustibles tradicionales debido a su menor costo.
El dólar blue experimentó un descenso de cinco pesos el martes y se mantuvo estable el miércoles, cerrando con un precio de $1.135 para la venta y $1.115 para la compra. Este movimiento brinda tranquilidad al Gobierno y estabilidad a los financieros.
Ya está en circulación desde el miércoles 13 de noviembre.
