En la tradicional misa de Nochebuena celebrada en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco expresó su pesar por la persistente violencia en Gaza, la misma tierra que vio nacer a Jesús. El Sumo Pontífice, en su undécima Navidad al frente de la Iglesia Católica, condenó la "lógica inútil de la guerra" que obstaculiza el mensaje de paz de Jesús.

"Esta noche, nuestro corazón está en Belén, donde el Príncipe de la Paz es rechazado una vez más por la lógica inútil de la guerra, por el choque de las armas que aún hoy le impide encontrar espacio en el mundo", declaró el Papa Francisco.

Sus palabras resonaron en un contexto tenso, con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunciando una intensificación de los ataques en Gaza. La ministra palestina de Turismo, Rula Ma'ayah, describió a Belén, la ciudad natal de Jesús, celebrando la Navidad con tristeza y dolor debido a la situación en Gaza y Cisjordania.

En su mensaje, el Papa recordó el verdadero significado de la Navidad: paz y amor. Advirtió contra la obsesión por el éxito mundano y la "idolatría del consumismo", destacando el peligro de medir la vida en términos de éxito y cifras.

A pesar de las dificultades para celebrar en un mundo juzgador, Francisco instó a la gente a recordar el mensaje fundamental de la primera Navidad: "Esta noche, el amor cambia la historia". Un llamado a la reflexión en medio de la persistente adversidad.