En un giro inesperado, el emblemático Tren Patagónico, que conecta Viedma con San Carlos de Bariloche, ha sido suspendido de manera abrupta, dejando a los turistas que anticiparon sus viajes para la temporada de verano 2024 en la incertidumbre.

Este servicio ferroviario, conocido por su atractivo turístico, experimenta una suspensión desde el 5 de enero hasta el 31 de marzo, afectando significativamente a aquellos que planificaron su travesía con anticipación. Los pasajes, codiciados y agotados rápidamente en cada lanzamiento, ahora quedan sin efecto para quienes confiaban en disfrutar del recorrido.

La decisión, según Roberto López, presidente del Tren Patagónico, se debe a la falta de fondos en medio de la crisis económica nacional. "Los costos operativos del tren están directamente vinculados al valor del dólar. En esta moneda extranjera se cubren los gastos de repuestos y materiales de vía, incluso algunos trabajos de mano de obra son en dólares", explicó López.

Adicionalmente, destacó la situación financiera precaria que enfrenta la empresa: "En medio de la profunda crisis financiera, no podemos garantizar la seguridad de los pasajeros, y la empresa acumula una deuda de $738.490.000. Las vías y el material no están en condiciones".

La interrupción del servicio impacta directamente en los viajeros que, con entusiasmo, habían adquirido pasajes con anticipación, incluso abonando por la bodega para transportar sus vehículos hasta Bariloche o Viedma. Ahora, se ven obligados a reorganizar sus planes de viaje debido a esta medida imprevista.

La empresa se compromete a reembolsar la totalidad de los pasajes previamente vendidos para el tramo entre Viedma y San Carlos de Bariloche, brindando cierto alivio financiero a los afectados. Sin embargo, este contratiempo deja a muchos turistas con la tarea de ajustar sus itinerarios y encontrar alternativas para disfrutar de la tan ansiada travesía por la Patagonia Argentina.