Dos días después del evento, Galleguillos explicó las razones detrás de esta inédita jura y respondió a las críticas que generó su elección. "Yo nunca me casé, ni tuve novio. Tampoco tengo hijos. Mi entrega hacia la política es al 100%. Amo lo que hago. Renuncié a todo para dedicarme a la política. ¿Cómo no voy a considerar un casamiento con la gente y más aún en este cargo tan importante?", expresó.

La diputada relató que la vestimenta especial tenía una dedicatoria particular. Se remonta a un hombre humilde llamado Don Flores, residente del barrio Parque Belgrano de Rosario de Lerma, quien la apoyó cuando inició su carrera política. Don Flores le regaló un anillo y le pidió que lo usara cuando fuera elegida diputada, comprometiéndose a "casarse con la gente" y seguir protegiendo al pueblo.

La historia tomó un giro emotivo, ya que Don Flores falleció durante la pandemia, y Galleguillos no pudo compartir el momento de su jura con él. “Don Flores falleció durante la pandemia. Fue muy doloroso porque no pude despedirlo. La última vez que lo vi había ido a dejarle alcohol en gel y lavandina a la casa. En ese entonces él tenía un Alzheimer avanzado y no me reconoció”, contó la diputada.

Un mes antes de asumir su cargo, la diputada pidió a su hermana mayor que le confeccionara un vestido de novia "sencillo". Aunque al principio su familia no estuvo de acuerdo con la idea, finalmente la apoyaron entendiendo el significado especial para Galleguillos.

En el día de su asunción, vestida de blanco y con el anillo de Don Flores, Galleguillos se comprometió a "defender" a la gente y "desenmascarar la corrupción". Destacó que financió su campaña vendiendo paltas del árbol de su casa y enfatizó su deseo de hacer política de manera diferente. La diputada se define como "disruptiva" y ha protagonizado situaciones llamativas en el pasado, como parodias virales y sorteos de strippers en eventos públicos. A pesar de las críticas, sostiene que su estilo es una "forma particular de hacer política".