Internacional HH 26 de noviembre de 2023

La Antártida se llena de flores: Impactante consecuencia de la ola de calor récord

Aunque las flores suelen augurar vida y color, en la Antártida, su repentina proliferación es el sorprendente resultado de la ola de calor más grande jamás registrada. Investigadores de la Universidad de Washington revelan cómo este fenómeno, desencadenado por un patrón climático inusual, ha propiciado un aumento sin precedentes en el crecimiento de plantas nativas, planteando nuevas preocupaciones sobre el cambio climático en la región.

En marzo del año pasado, la Antártida Oriental experimentó una ola de calor extrema, marcando temperaturas anómalas nunca antes registradas. Este fenómeno se desencadenó por un patrón climático inusual que trajo fuertes vientos del norte e importó aire cálido y húmedo desde Australia. Aunque los modelos meteorológicos predijeron con anticipación esta ola de calor, su magnitud sorprendió a los científicos.

Investigadores del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Washington en Seattle descubrieron que los modelos climáticos no podían simular olas de calor de esta magnitud. Sin embargo, ajustando los vientos del modelo según las observaciones, lograron simular una ola de calor más cercana a la registrada.

Entre las sorpresas que revela esta investigación se encuentra la inusual floración en la Antártida. El aumento de las temperaturas y el deshielo han propiciado un crecimiento sin precedentes en el pasto antártico y la perla antártica, dos especies nativas. Mediciones en la isla Signy en las Islas Orcadas del Sur revelan un aumento significativo en la densidad y velocidad de crecimiento de estas plantas.

Según Discovering Antártida, las temperaturas regionales han aumentado en un promedio de 3 °C debido al cambio climático, permitiendo que áreas antes cubiertas de hielo se vuelvan habitables. Este cambio ha llevado a un rápido crecimiento y densificación de la comunidad de plantas, marcando un posible punto de inflexión.

Si bien la expansión acelerada de la vegetación es evidente, los especialistas advierten sobre posibles consecuencias. A medida que la tierra se vuelve más habitable, especies invasoras podrían colonizar la Antártida, desestabilizando ecosistemas establecidos desde hace mucho tiempo.

La ola de calor antártica de 2022, con una amplificación termodinámica de 2 °C, podría ser solo el comienzo. Los investigadores calculan que olas de calor equivalentes podrían aumentar entre 5 y 6 °C para el año 2100, planteando desafíos significativos para la biodiversidad y el equilibrio ecológico en la región.