Lautaro Alvaredo, el joven cuya vida quedó truncada a la salida del boliche Cyrux en Laferrere, La Matanza, murió este viernes al mediodía, según confirmaron fuentes médicas. El trágico episodio ocurrió el pasado 5 de noviembre cuando, al igual que en el caso de Fernando Báez Sosa, fue atacado a golpes por cuatro personas, resultando en muerte cerebral.

El hecho se desencadenó después de una pelea entre el grupo de amigos de Alvaredo y los agresores en el interior del boliche. Posteriormente, los patovicas del establecimiento expulsaron al joven, desencadenando una emboscada que terminó en una violenta golpiza.

El caso ha generado conmoción en la sociedad, destacando similitudes y cercanías con el asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell en el verano de 2020. La causa está caratulada como "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de tres o más personas", y ya hay dos detenidos en relación con el ataque.

El director del boliche Cyrux, Jorge Telerman, se pronunció sobre el trágico suceso, destacando que "de ninguna manera hubo un escrache" y que el ataque fue perpetrado por un grupo reducido de personas en apenas unos minutos.

Este lamentable suceso no solo nos confronta con la dolorosa pérdida de un joven, sino que también nos insta a reflexionar como sociedad sobre la persistencia de la violencia, especialmente en espacios destinados a la diversión.