Por: SS17 de septiembre de 2025

El busto del General José de San Martin recorre el mundo

En distintas ciudades del planeta, desde Nueva York hasta Yokohama, la figura de José de San Martín se levanta en bronce y mármol como símbolo de independencia y libertad. Se estima que existen más de treinta monumentos fuera de la Argentina, repartidos en América, Europa y Asia.

En Estados Unidos, su presencia es particularmente visible. En Washington D.C., una estatua ecuestre inaugurada en 1925 lo hermanó con George Washington como prócer continental. En Central Park, Nueva York, desde 1951, otra figura similar lo muestra con la mano extendida, guiando a generaciones. Esa imagen tuvo incluso un momento inesperado en el cine: en la película Mi pobre angelito 2 (1992), el niño protagonista se detiene frente a la estatua de San Martín y, al observar el gesto de su brazo, interpreta que le señala el camino. Muchos espectadores argentinos descubrieron años después que el Libertador había aparecido fugazmente en Hollywood.

En Europa, el recuerdo está marcado por el exilio. En Boulogne-sur-Mer, Francia, donde San Martín murió en 1850, una estatua inaugurada en 1909 recuerda al vecino ilustre. En Madrid y Cádiz, su huella también quedó en bronce, mientras que en Londres, desde 1994, un monumento en Belgrave Square lo sitúa frente a la embajada argentina como héroe sin fronteras. En Bruselas y en París también se lo homenajea.

En América Latina, su figura se multiplica en ciudades que compartieron la gesta emancipadora. En Lima, la majestuosa Plaza San Martín inaugurada en 1921 lo erige como figura central de la independencia peruana. En Santiago de Chile y en Viña del Mar, se lo recuerda junto a Bernardo O’Higgins. También hay monumentos en Montevideo, Asunción, Río de Janeiro y la Ciudad de México.

Su imagen llegó incluso a Asia. En Yokohama, Japón, un busto inaugurado como símbolo de amistad entre naciones lejanas muestra hasta dónde se expandió el reconocimiento a su figura.