Internacional Redacción I24 21 de junio de 2025

Trump evalúa atacar Irán, pero teme una guerra que desvíe su enfoque en China

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene listo un plan de ataque militar contra Irán, aunque postergó su decisión final por dos semanas con la esperanza de abrir una instancia de negociación diplomática. Según informó la Casa Blanca, el mandatario considera que aún existe una “posibilidad sustancial” de alcanzar un acuerdo que obligue a Teherán a abandonar su programa nuclear, sin necesidad de iniciar un conflicto bélico de gran escala.

Pese a su retórica confrontativa, Trump se muestra reacio a involucrarse en una nueva guerra en Medio Oriente, especialmente cuando su principal objetivo geopolítico es contener el avance de China. Sin embargo, enfrenta una fuerte presión de Israel, que exige una ofensiva directa sobre las instalaciones nucleares iraníes, en particular la planta subterránea de Fordo, inaccesible con armamento convencional. En paralelo, Estados Unidos busca facilitar un encuentro en Omán entre representantes de ambos gobiernos, con el respaldo de su vicepresidente J.D. Vance y el enviado especial Steve Witkoff.

El temor a un conflicto regional extendido es otro de los factores que frena a Trump. Arabia Saudita, rival histórico de Irán, podría convertirse en blanco de represalias, afectando la estabilidad del Golfo Pérsico. El eventual cierre del estratégico Estrecho de Ormuz —por donde circula el 30% del petróleo mundial— elevaría el precio del crudo y desestabilizaría a las principales economías exportadoras de energía. A esto se suma la división interna en Washington, donde sectores “halcones” promueven la ofensiva militar y otros temen repetir los errores de Irak o Afganistán, alejando a Trump de su promesa electoral de priorizar la política interna y la disputa comercial con China.