Policiales Hanni H 07 de octubre de 2023

Argentino preso en Etiopía clama por su inocencia: "Este lugar es un infierno"

Liam Portillo, un argentino de 25 años detenido en Etiopía acusado de narcotráfico, habla sobre su difícil situación en prisión, su lucha por la inocencia y las condiciones inhumanas que enfrenta.

Liam Portillo, un joven de 25 años originario de Ciudad Evita, Argentina, está atravesando una pesadilla en Etiopía, donde se encuentra detenido desde hace seis meses en la prisión de Kaliti, un centro de máxima seguridad en las afueras de Addis Abeba, la capital etíope. En una llamada telefónica desde prisión, Portillo compartió su angustiosa experiencia.

Portillo fue detenido después de que se encontrara cocaína en su equipaje cuando se disponía a abordar un vuelo hacia Malasia en abril de este año. Él insiste en su inocencia, afirmando que fue engañado por una red de narcotráfico que lo utilizó como "mula" y que desconocía el contenido de la valija que llevaba.

Su abogado en Argentina, Juan Villanueva, sostiene que Portillo es una víctima inocente de una red de trata de personas que fue desarticulada en Buenos Aires y que fue utilizado para transportar drogas sin su conocimiento. La Procuraduría de Narcocriminalidad y la Justicia argentina han respaldado su inocencia y están trabajando en traducir la documentación que lo respalda al idioma local para presentarla ante los tribunales etíopes.

Portillo ha enfrentado condiciones extremadamente difíciles en prisión. Recientemente, sufrió una grave intoxicación por consumir agua contaminada, lo que lo llevó a perder ocho kilos en una semana y afectó su salud renal y pulmonar. A pesar de sus síntomas, las autoridades carcelarias inicialmente se negaron a permitir que fuera atendido por un médico, lo que aumentó su sufrimiento.

La prisión de Kaliti es un lugar hostil y peligroso, y Portillo, como extranjero, se encuentra en una situación especialmente vulnerable debido a las barreras de idioma y las condiciones inhumanas que enfrenta. Además, ha sido objeto de abusos y maltratos por parte de guardias y otros prisioneros.

Portillo mantiene su esperanza y fuerza gracias al apoyo de su familia y amigos, quienes están luchando por su liberación desde Argentina. Ha sentido el respaldo de muchas personas que han realizado cadenas de oración y han expresado su solidaridad. Sin embargo, enfrenta una gran incertidumbre de cara a una audiencia crucial programada para el 24 de octubre, que determinará su futuro.

El joven argentino está ansioso por regresar a su país y está decidido a demostrar su inocencia en un sistema legal extranjero que le resulta completamente ajeno y hostil. Su historia destaca los desafíos y las dificultades que enfrentan los ciudadanos extranjeros detenidos en el extranjero, y subraya la importancia de la asistencia consular y legal en tales situaciones.