Fin del calvario para Bartolo: el abuelo al que un nieto dejó en la calle recuperó su casa
La odisea de Bartolo Sánchez, el jubilado de 82 años que la semana pasada se vio forzado a dormir en la vereda tras ser desalojado de su vivienda por su propio nieto, llegó a su fin este lunes. Gracias a la intervención de la Municipalidad de Trelew y la Defensoría de Adultos Mayores de Chubut, Bartolo logró recuperar su hogar en el barrio Presidente Perón.
La pesadilla de Bartolo comenzó al regresar de un tratamiento médico en Dolavon. Al llegar a su casa, su nieto le negó el acceso, dejándolo a la intemperie con un colchón y sus pocas pertenencias. Al día siguiente, su sobrina Irene, quien vive al lado, le ofreció cobijo y lo acompañó durante estos difíciles días.
Tras conocerse la dramática situación, la Defensoría de Adultos Mayores actuó de inmediato junto al municipio para constatar la veracidad de la denuncia. "Bartolo había quedado abandonado, lo habían dejado afuera", detalló Silva, quien mantuvo conversaciones tanto con la sobrina como con los nietos que ocupaban la casa.
Los nietos, un joven de 25 años y su pareja con un bebé recién nacido, explicaron a las autoridades que estaban buscando otro lugar para vivir y que su intención no era usurpar la propiedad. "Nos explicaron que estaban por conseguir un lugar, que no querían tener problemas y que la idea no era usurpar", aclaró el funcionario.
Aunque Bartolo recuperó su casa, esta quedó completamente vacía, sin elementos básicos como cocina, termotanque, ventana ni puerta. Ante esta situación, las autoridades municipales y provinciales se comprometieron a colaborar con la reposición de algunos de estos elementos. Además, se ha lanzado un llamado a la solidaridad para quienes puedan ayudar al abuelo.
"Con el municipio y la Provincia, se van a reponer algunas cosas", aseguró Silva. A esto se suma el aporte de un hermano de Bartolo, quien contribuirá con una puerta, una ventana y una cocina para acelerar la normalización de las condiciones habitacionales.
Durante estos días, Bartolo encontró refugio y apoyo en la casa de su sobrina Irene, a quien Silva destacó por su "gran corazón de no dejarlo afuera todos estos días, con el frío".
Visiblemente emocionado, Bartolo Sánchez expresó su emoción y tranquilidad tras recuperar su hogar. "Yo no estaba en mi casa porque me realizaba un tratamiento médico en Dolavon. Estoy conforme con todo lo que hicieron por mí", manifestó el jubilado.
"Tengo mucha fe. Gracias a Dios que tengo la fe y es eso lo que no me ha dejado caer todavía", agregó Bartolo, quien, según sus vecinos, ha vivido en esa casa "desde siempre".