Bullrich defendió la reforma migratoria: “Queremos que venga gente a aportar, no delincuentes”
El Gobierno nacional puso en marcha una reforma migratoria que endurece las condiciones de ingreso y permanencia de extranjeros en el país. Mediante un decreto, se modificaron aspectos clave de la Ley de Migraciones, como la expulsión acelerada de quienes delinquen, el acceso limitado a servicios públicos para no residentes y el refuerzo de controles fronterizos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sostuvo que el objetivo es “proteger a los argentinos” y evitar abusos en el uso de recursos estatales.
Uno de los puntos más polémicos es el acceso al sistema de salud y educación. A partir de ahora, los extranjeros sin residencia permanente deberán pagar la atención médica o contar con un seguro. En educación, se mantendrá el acceso para menores hasta el nivel secundario, pero se impondrán restricciones en niveles superiores. Bullrich señaló que no es justo que quienes no tributan en Argentina accedan gratis a servicios que sostienen los ciudadanos.
La nueva normativa también introduce una declaración jurada obligatoria al ingresar al país, controles más rigurosos sobre documentación y sanciones por ingreso irregular. Desde el Ejecutivo aseguran que la reforma no apunta contra la inmigración legal, sino que busca ordenar un sistema desbordado. “Es una política migratoria seria, justa y necesaria”, concluyó la ministra, en línea con el pedido del presidente Milei.