Daniel Noboa inicia su segundo mandato en Ecuador con una agenda marcada por la violencia y la crisis económica
El presidente Daniel Noboa asumió este sábado su segundo mandato en Ecuador tras ser reelecto en abril con el 55,65% de los votos. A sus 37 años, el joven mandatario inicia un nuevo período que se extenderá hasta 2029, en un contexto marcado por la creciente violencia narco y una profunda crisis económica. Noboa llega fortalecido por el respaldo electoral, pero enfrenta una oposición correísta que lo acusa de persecución política y denuncia fraude en las elecciones.
La inseguridad se ha convertido en el principal desafío: Ecuador ostenta hoy la tasa de homicidios más alta de América Latina, con 38 asesinatos por cada 100.000 habitantes. En los primeros cuatro meses del año se registraron más de 3000 muertes violentas. Para combatir este escenario, Noboa declaró el estado de “conflicto armado interno”, pidió ayuda militar a Estados Unidos y promovió leyes para enfrentar la economía criminal, aunque estas medidas fueron cuestionadas por la oposición por habilitar allanamientos sin orden judicial.
A la crisis de seguridad se suma una economía en recesión. El país registró tres trimestres consecutivos de caída del PBI, con un retroceso del 2% en 2024, mientras el subempleo supera el 56% y más de la mitad de la población trabaja en la informalidad. Noboa necesita construir alianzas legislativas, especialmente con el movimiento indígena Pachakutik, para garantizar gobernabilidad y avanzar en reformas estructurales. Su desafío es claro: pacificar al país y reactivar la economía en medio de un clima político tenso y polarizado.