León XIV asumió como Papa con un emotivo homenaje a Francisco y un fuerte llamado a la paz

En una ceremonia colmada de emoción, símbolos y gestos significativos, el papa León XIV fue oficialmente investido como nuevo pontífice de la Iglesia Católica en una multitudinaria misa celebrada este domingo en la Plaza San Pedro. Más de 150.000 fieles se congregaron para acompañar el inicio del ministerio petrino del sucesor de Francisco, elegido el pasado 8 de mayo por el cónclave de cardenales.

La jornada estuvo marcada por un profundo homenaje a Jorge Mario Bergoglio, fallecido recientemente, a quien León XIV evocó con palabras sentidas en su primera homilía como Papa: “La muerte del papa Francisco llenó de tristeza nuestros corazones”, expresó con voz firme y emocionada, frente a una multitud en silencio reverente.

Entre los presentes se destacaron delegaciones de 150 países, incluida la representación oficial de la República Argentina, integrada por el canciller Gerardo Werthein y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, quienes ocuparon lugares en primera fila junto a otras autoridades internacionales.

León XIV utilizó su primer discurso oficial no solo para recordar a su predecesor, sino también para delinear los primeros trazos de su papado. Con un estilo directo y pastoral, hizo un llamado a la unidad dentro de la Iglesia, destacando que el Papa no debe ser “un líder solitario o un jefe por encima de los demás”, sino un servidor de un pueblo unido: “Dios quiere a todos unidos en una única familia”, afirmó.

En un tono comprometido, criticó con firmeza al “paradigma económico que margina a los más pobres” y concluyó con un pedido al mundo entero: “Hace falta un mundo donde reine la paz”.

Durante la celebración, el nuevo pontífice recibió el palio y el Anillo del Pescador, dos de los símbolos más tradicionales del papado que marcan el inicio formal de su ministerio. Previamente, recorrió la Plaza San Pedro en el papamóvil, saludando con entusiasmo a los presentes, aunque sin detenerse para bendecir ni recibir ofrendas.

Miles de personas que no lograron ingresar a la plaza siguieron la ceremonia desde pantallas gigantes instaladas en la vía della Conciliazione, en un clima de recogimiento, fe y esperanza renovada.

Con este primer paso, León XIV comienza su pontificado con el desafío de suceder a una figura histórica como Francisco, y con la voluntad clara de construir puentes, defender a los excluidos y trabajar por un mundo más justo y en paz.