Preocupación por posible instalación de granjas de salmón en las Islas Malvinas

El gobierno británico de las Islas Malvinas lanzará una consulta pública entre el 30 de junio y el 24 de agosto para decidir si se habilita la cría industrial de salmones en aguas del archipiélago. La propuesta, impulsada por la empresa Unity Marine, prevé producir inicialmente 50 mil toneladas anuales mediante jaulas flotantes en mar abierto, con un potencial de crecimiento aún mayor. Aunque la consulta no es vinculante, la Asamblea Legislativa tomará en cuenta sus resultados para avanzar en el proyecto, que ya genera rechazo tanto dentro como fuera del territorio isleño.

Desde Argentina, el proyecto genera alarma no solo por el uso de recursos naturales en una zona en disputa, sino también por los riesgos ecológicos. La salmonicultura está prohibida en Tierra del Fuego desde 2021 por los graves impactos que puede tener: acumulación de desechos, uso intensivo de químicos y antiparasitarios, propagación de enfermedades y riesgo de introducir una especie exótica que amenaza la fauna local. Organizaciones ambientalistas advierten que estos efectos podrían extenderse hacia el ecosistema patagónico, afectando especies clave como la centolla y perjudicando actividades económicas vinculadas al turismo y la pesca.

En paralelo, dentro de las propias islas surgió el movimiento “Malvinas Libres de Salmón”, que denuncia falta de transparencia en la consulta y promueve el rechazo a la iniciativa por su impacto ambiental y sobre la imagen turística del lugar. En tanto, Unity Marine sostiene en redes sociales que la propuesta generará empleo y fortalecerá la economía local, aunque no se conocen detalles concretos sobre los controles ambientales que promete aplicar. Desde Cancillería argentina no hubo respuesta oficial sobre si se realizará una presentación diplomática ante esta situac

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