Sabotaje a redes de fibra óptica dejó sin conectividad a amplias zonas de la Patagonia
Un acto de sabotaje masivo a redes de fibra óptica ocurrido el pasado sábado alrededor de las 21 horas dejó sin conectividad a gran parte de la Patagonia.
El ataque afectó de forma simultánea a las infraestructuras de algunas operadoras del país —Claro, Arsat, Telefónica Argentina y Silica Networks— provocando una de las interrupciones más graves registradas en la región en los últimos años.
Fuentes del sector informaron que se detectaron más de diez cortes deliberados en distintos tramos de fibra óptica en San Carlos de Bariloche y zonas aledañas. Las consecuencias fueron inmediatas: extensas áreas de Río Negro, Chubut y Santa Cruz quedaron completamente desconectadas, con fallas generalizadas en los servicios de Internet, telefonía fija y celular.
El corte afectó tanto a usuarios particulares como a empresas, organismos estatales y servicios esenciales. Durante varias horas, las redes móviles de Claro y Movistar presentaron interrupciones totales o parciales, dejando a miles de personas incomunicadas. En muchos casos, tampoco funcionaron los servicios de emergencia ni los sistemas de comunicación interna de hospitales y otras instituciones clave.
Fuentes técnicas detallaron que los daños fueron causados con herramientas como sierras manuales, en puntos estratégicos —como puentes y zonas de acceso restringido— y con pleno conocimiento de la infraestructura afectada. No fue un hecho casual ni aislado. Hubo un ensañamiento claro: sabían lo que estaban cortando. Fue un ataque coordinado a todas las fibras que entran a Bariloche.
Las ciudades de Esquel, El Bolsón, Perito Moreno, Río Mayo y otras localidades menores también se vieron afectadas, en un apagón digital que se prolongó durante casi 20 horas. La restitución completa de los servicios requirió un operativo técnico de alta complejidad, con cuadrillas de emergencia trabajando de forma coordinada para restablecer la conectividad.