Actualidad Por: SS07 de abril de 2025

Descubren un caso extremo de esclavitud en Paso de Indios, Chubut

Un hecho conmocionante sacudió a la comunidad de Paso de Indios, Chubut, donde un hombre de 74 años fue rescatado tras haber sido sometido a esclavitud y tratos inhumanos por parte de una mujer y su hijo.

La víctima, fue hallada en estado crítico: desnutrido, con lesiones físicas visibles, fracturas y signos de maltrato reiterado.

Su sobrina, residente en la provincia de Santa Cruz, había intentado advertir sobre la situación meses atrás, pero recién se concretó el rescate gracias a la intervención de un oficial de la Comisaría de Paso de Indios, Carlos Valero, quien lo encontró vagando por las calles, encapuchado y visiblemente deteriorado.

Las pruebas del abuso fueron inmediatas: fotografías médicas revelaron orejas deformadas, quemaduras en las rodillas, mandíbula fracturada y signos de encierro prolongado. Según la investigación, fue reducido a una vida de trabajos forzados y aislamiento, en condiciones extremas.

Los responsables, identificados como Marta Caucamán y su hijo Juan Ovejero, habrían comenzado el vínculo con una estafa: primero le vendieron un auto que nunca entregaron, y luego lo manipularon para que solicitara un préstamo bajo la excusa de un chequeo médico en Esquel. A su regreso, descubrió que su casa había sido vendida sin su consentimiento, y lo alojaron en una habitación del patio, utilizada como celda.

La situación se agravó cuando los agresores se apropiaron de su tarjeta del PAMI y su jubilación, destinando esos ingresos a la compra de celulares y televisores. Mientras tanto, el hombre sobrevivía con lo mínimo y bajo amenaza constante.

La sobrina de José, al enterarse de la situación, viajó a buscarlo. Aunque se contactó con la policía local, solo logró verlo de manera esporádica y sin poder intervenir. El giro en el caso ocurrió cuando la víctima, visiblemente debilitada, fue vista en la vía pública por el oficial Valero.

Tras el operativo, Caucamán y Ovejero fueron detenidos y se encuentran a disposición de la Justicia, que además investiga si hubo otras personas en condiciones similares.

Tres meses después del rescate de este hombre, Marta contactó por Facebook a otro hombre de El Bolsón, un viudo de 56 años. Iniciaron una relación virtual aunque ella lo conocía mucho por haber compartido internado en la infancia.

Recordando ese pasado, ella lo convenció con una vida mejor juntos en Paso de Indios y un trabajo en la Municipalidad. A pedido de Marta, vendió su casa en 50 mil pesos y se mudó a Paso de Indios.

“Es la segunda víctima que tenemos –reveló Millapi-. Estuvo sólo tres días porque cuando llega al pueblo la primera noche fue normal pero el segundo día ella se transformó y con su hijo empezó a golpearlo”.
Le sacaron el celular pero alcanzó a mandar un audio a un tío.
De nuevo le tocó al oficial Valero, que ya tenía el antecedente de José. Cuando llegó a la casa, Marta le había teñido el pelo a su nueva víctima. Debía decir que era un pariente. Luis salió a la puerta. Temblaba. Un ojo en compota. “Venga y vamos a hablar a la Comisaría”, dijo el policía.

Además de estos dos casos, la Fiscalía identificó a otros dos adultos mayores del pueblo que pasaron por esa casa. Y una quinta víctima que habría fallecido.

“Todos con el mismo modus operandi de víctimas adultas con escasos recursos intelectuales”. “Además de retenerlos en condiciones inhumanas, los adultos mayores sacaban préstamos pero el dinero se lo quedaban Caucamán y su hijo”, dice la fiscal.