El hijo de Pappo podría volver a la cárcel
La Suprema Corte revirtió absolución de Luciano Napolitano, hijo de Pappo y lo condenaron a prisión por golpear a su pareja
Con una condena de prisión que podría efectivizarse a la brevedad, el máximo tribunal de la Nación revirtió hoy la absolución que había sido concedida a Luciano Napolitano, hijo del fallecido rockero Pappo, en la causa por violencia de género que se le seguía por haber presuntamente golpeado y amenazado a su expareja en la casa donde convivían.
La causa arribó a la instancia de la Suprema Corte de Justicia a raíz de un recurso presentado por el abogado penalista de La Plata, Gonzalo Escaray y en representación de la víctima -la expareja de Napolitano-, contra la absolución dispuesta a fines de 2023 por la Cámara de Apelaciones de San Isidro.
En una resolución dada a conocer hoy, la Suprema Corte revirtió todos los cargos y todos los hechos por los que se había absuelto a Napolitano y le impuso una pena de 3 años y 8 meses de prisión que, según dispuso deberán hacerse efectivos, una vez notificadas todas las partes.
Así lo confirmó el penalista Escaray a la Agencia de Noticias Fueros, recordando que en la causa original contra el hijo de Pappo por violencia de género, había sido condenado el 28 de diciembre de 2022 en el marco de un juicio abreviado, acordado con el fiscal de Tigre Diego Callegari, a 3 años y 8 meses de prisión por dos hechos de violencia de género contra su entonces pareja, de 35 años.
“Esperé este fallo con mucha expectativa porque confiaba en que se revertiría la absolución dispuesta por los jueces de la Cámara. Esa decisión fue arbitraria debido a la forma en que se valoraron las pruebas y a una evidente falta de aplicación de la perspectiva de género que este caso exigía, tal como lo señaló la Corte”, afirmó Escaray a la Agencia Fueros.
A criterio del representante legal de la víctima, en el rol del particular damnificado, “durante este proceso, se difundieron muchas mentiras, intentando presentar el caso como una falsa denuncia por parte de mi representada -subrayó Escaray-, sin embargo, la contundencia de las pruebas sobre la violencia ejercida me daba la certeza de que, con el tiempo, la verdad prevalecería a través de la justicia, como corresponde”.
Napolitano fue considerado autor de los delitos de “lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género, amenazas, privación ilegal de la libertad agravada y tenencia de arma de guerra” y “amenazas agravadas por el uso de armas”, ambos en concurso real entre sí.
En las actuaciones en las que el doctor Escaray apeló la absolución, se dio por probado que el hecho ocurrió la tarde del 24 de mayo de 2021, en la vivienda que el hijo de Pappo compartía desde hacía cuatro años con su pareja, situada en Jujuy 3452, de la localidad de Benavídez, partido de Tigre, en el norte del conurbano.
Según el testimonio de la víctima, todo comenzó cuando le pidió a Napolitano las llaves de la camioneta para ir a comprar comida para sus mascotas y él comenzó a insultarla y agredirla físicamente, todo delante de dos de las hijas del imputado, entonces, de 7 y 13 años.
La denunciante, ahora con la representación legal del penalista platense Escaray, narró que su pareja la tomó del cuello, que la agresión incluyó trompadas y patadas, que le apretó un ojo, que también la roció con alcohol, que en el patio de la casa intentó atropellarla con una camioneta Volkswagen Amarok y que la dejó encerrada sin poder salir de la propiedad y con la única posibilidad de estar en el quincho hasta que al día siguiente logró llamar al 911 y fue rescatada por la policía.
Napolitano fue detenido el 26 de mayo de ese año a la madrugada y en su vivienda se realizó un allanamiento en el que se secuestró el revólver .38 cargado, del cual no tiene permiso de tenencia ni portación.
Con esos elementos de prueba, Escaray apeló en 2023 la absolución de la Cámara ante la Suprema Corte y el máximo tribunal finalmente revirtió aquel dictamen, confirmando el veredicto condenatorio con una pena de 3 años y 8 meses de prisión, que deberán hacerse efectivos.